El tiempo libre es un fenómeno característico de las sociedades modernas, en donde la introducción las nuevas tecnologías en todos los ámbitos de la vida moderna, ha producido la disminución del tiempo dedicado a las actividades de producción.  

Las nuevas leyes y reglamentos que establecen los tiempos y beneficios laborales, el surgimiento de núcleos familiares más pequeños y otros factores sociales, han contribuido a tener tiempo libre para dedicarse a otras actividades de diverso tipo.

La utilización del tiempo libre es diferente en todos los estratos socioeconómicos y varía dependiendo del poder adquisitivo de las clases sociales. Dicha utilización del tiempo libre responde a las necesidades o al interés personal de los ciudadanos.

Las actividades culturales y de ocio intentan ser satisfactorias, para que las personas puedan participar de ellas, pero hay que distinguir que no todas contribuyen a la formación de juicios críticos ni crean esquemas de interpretación, pues algunas solo buscan el lucro y el esparcimiento, sin mencionar las que estas dirigidas a determinados sectores poblacionales.

El interés por el consumo cultural en cualquiera de sus ámbitos se va adquiriendo la noción de los que significa ser ciudadano, de tener derechos y deberes, tanto a nivel personal, familiar y económico.