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FEAR OF FALLING IN LOVE

Publicado: 2012-05-30

Las relaciones de pareja  han cambiado profundamente, y pareciera que el concepto de posmodernidad ha trastocado es espacio mas intimo de nuestra vida: el amor, a quien elegir y porque elegir a determinada persona para establecer un vinculo erótico-afectivo.

Esta era posmoderna se caracteriza por la volatilidad y la impermanencia en las relaciones humanas, y es mas ya no se hablan de relaciones, sino de conexiones humanas, este concepto implica que las conexiones se pueden conectar y desconectar fácilmente.

Las relaciones abiertas en todas sus formas (amigos con derecho, amigos cariñosos, etc.) son consideradas por la juventud de hoy como “parejas revolucionarias que han logrado hacer estallar la asfixiante burbuja de la relación de pareja” (Bauman: 2010)

Esta nueva forma de relacionarse sentimentalmente y emocionalmente con nuestros pares nos revela los nuevos tipos de paradigmas que se están dando, el ritmo de vida en la que vivimos es cada vez más rápido, y las relaciones humanas también son más rápidas; el sujeto quiere vivir la mayor cantidad de experiencias en el menor tiempo posible, pero para que ello sea efectivo la definición de amor debe cambiar, pues como sostiene el sociólogo Anthony Giddens “la idea del amor romántico no se extendió en occidente hasta una fecha bastante reciente y no ha existido jamás en la mayoría de las otras culturas no occidentales” (Giddens: 2001), el amor es una construcción cultural histórica que responde a un determinado contexto y evolución de la sociedad.

Los estándares del amor no se han ampliado, es al contrario se podría decir que han bajado la barrera, ya que un conjunto de experiencias son definidas como amor, incluyendo a las relaciones de una noche.

Las relaciones fugaces no se contraponen a las relaciones estables, de cierta forma las complementan: muchas parejas ven la infidelidad como una forma de masturbación y la práctica sexual como un entrenamiento para tener un mejor desempeño.

Las relaciones abiertas  es la forma que han encontrado los jóvenes del siglo XXI de superar la separatidad humana que tanto hablaba el psicólogo Erick From” La necesidad más profunda del hombre es, entonces, la necesidad de superar su separatidad, de abandonar la prisión de su soledad. El fracaso absoluto en el logro de tal finalidad significa la locura, porque el pánico del aislamiento total sólo puede vencerse por medio de un retraimiento tan radical del mundo exterior que el sentimiento de separación se desvanece” la respuestas para superar esa separatidad es la pregunta que muchos hombres de muchas épocas se han planteado y la respuesta son las drogas, la lujuria, el sexo y el amor, pero cada una implicancias que nos hacen sentir aun más solos.

Las relaciones abiertas caen en las contradicciones que nos dice Fromm: este tipo de relaciones son gratificantes porque son breves, esta comodidad tiene que ver con que la pareja no tiene que hacer mucho o casi nada de esfuerzo para que funcione y el segundo punto a considerar  es que al estar con alguien se está cerrando las puertas a otras posibilidades amorosas, y finalmente esta  el hecho de estar y no estar con alguien, actitud que produce una angustia contante.

La ciudadanía e identidades de nuestra época se configura como dice (García Canclini:1993) en el consumo, porque las personas se identifican con lo que consumen para poder ser ciudadano y buscan espacios para poder expresar su identidad.

Este tipo de relaciones es la encarnación de los instantáneo y descartable, las relaciones son vistas como una mercancía que tienen un costo y un beneficio,  lo que se busca de estas relaciones es la atemporalidad que es entendida que  como dijo Catherine Javie comentando las opiniones de Gillian Walton de London Marriage Guidance [i] sobre la relaciones de bolsillo “se denominan  así porque uno las guarda en el bolsillo para sacarlas cuando le hagan falta”

Y en segundo lugar uno busca seguridad en diversos sentidos, una mano amiga en quien confiar, afecto erótico afectivo, etc.

Este tipo de relaciones tienen determinadas reglas que deben cumplirse para que  pueda existir, la 1ra regla es: nada de enamorarse entenderlo como algo pasajero y la 2da es: que las cosas se mantengan en ese estado.

El Choque y fuga

“Choque y fuga” es una nueva  formas de establecer una relación  como su nombre indica consiste en “una sola vez”, no se busca permanencia ni compromiso, la ocasionalidad y la transitoriedad son componentes esenciales El choque y fuga se da tanto en hombres como mujeres, el  caso masculino se da como una forma de demostrar sus masculinidad y su potencial sexual y en al mujeres como una forma de liberación y dominio de su sexualidad.

Como dice (Ccopa: 2011) todos comparten algo en común, al mismo tiempo que mantienen sus diferencia entre sí, ellos tienen relaciones sin compromisos, relaciones ocasionales donde se evita involucrar sentimientos que atan o implican.

Uno de los aspectos quizás más importantes en este tipo de relaciones es que nunca más uno volverá a encontrarse con esas personas o al menos tratará de desaparecer cualquier rastro de su existencia.

El miedo a romper

El arte de romper una relación y salir ileso de ellas sin encontrar daños colaterales nos dice (Bauman:2010) es uno de los principales motores para no establecer relaciones duraderas ya que esto puede ocasionar el alejamiento de los amigos o no ser bienvenido en determinados círculos sociales, pero el miedo a sufrir es peor que el propio sufrimiento parafraseando a Cohelo, las relaciones son angustiantes y tensas en todo momento pero no tener definido en algunas ocasiones los limites y confianza puede ser peor.

Bibliografía

GIDDENS, Anthony, Sociología Alianza editorial, España 2003                                                                       BAUMAN Zygmunt: Amor líquido. Fondo de Cultura Económica, México, 2010                                                                     CCOPA Pedro pablo. Amor y sexo en la ciudad. Colegio de sociólogos del Perú, Lima 2011 FROMM Erick , El arte de amar.   México 2000


Escrito por

Paulo Gómez Zanabria

Sociólogo y caminante


Publicado en

Espectro Patronus

Podríamos planear un asesinato o empezar una religion